La caminata rápida, también conocida como caminata deportiva o caminata activa, a menudo se asemeja con solo acelerar y no necesariamente se considera como un deporte real. ¿Y si esto fuera solo un error? Porque caminar rápido es un deporte que moviliza los brazos, la espalda, la pelvis y las piernas. Evidentemente, practicar esta actividad no sólo te llevará unos minutos, sino que los beneficios están realmente comprobados. ¡Descubre más sobre esta práctica física y deportiva a menudo incomprendida!
La caminata deportiva: una práctica para todos
La caminata deportiva es una práctica que viene del running, pero es mucho menos exigente y sobre todo, es la alternativa perfecta para ejercitarte bien sin demasiadas molestias y para reducir el impacto en los pies y rodillas. Una práctica clave para fortalecer la espalda y ganar movilidad en la pelvis, la caminata rápida también es muy popular entre las personas con osteoartritis y dolor lumbar. La caminata rápida o deportiva se practica de 3 a 4 veces por semana para poder observar resultados y poder aliviar tu dolor de espalda. Es accesible para todos, ¡lo cual es su principal ventaja! Puedes hacerlo en una caminata o como una caminata de una a dos horas por semana. Descubre también, su derivada de la marcha nórdica, con una velocidad más aumentada, en el que se requieren más los brazos con el uso de bastones.
Los beneficios de la caminata rápida
Una actividad que tonifica el cuerpo…
La caminata rápida o deportiva es un entrenamiento completo que moviliza todo el cuerpo de forma dinámica y en un movimiento constante a lo largo de la duración de la sesión, con una velocidad que oscila entre los 6 y los 9 km/h. Por lo tanto, es realmente una caminata a medio camino entre la caminata que hacemos constantemente en nuestra vida diaria y la carrera que en realidad se hace corriendo a una velocidad mucho más rápida. La caminata deportiva o activa se practica en cualquier sitio: playas, montañas, parques, callejones del centro, etc. También puedes hacer recorridos a pie solo o en grupo, esto promueve la superación personal.
… y el espíritu
Más allá del cuerpo, ¡hablemos de la mente! La caminata activa es un escape al aire libre que te permite liberarte de las tensiones cotidianas y las malas vibraciones que puedas tener. Estos entrenamientos te permiten desconectarte de la realidad y concentrarte en tu paz interior. Es un deporte que te permite compartir con los que te rodean y al mismo tiempo practicar una actividad física que es buena para el cuerpo y el alma.
Los beneficios para tu salud
La caminata rápida tiene beneficios para tu salud porque estimula el corazón y reduce el riesgo de accidente cerebrovascular. De manera general, los riesgos de enfermedades cardiovasculares y problemas arteriales se reducen considerablemente. Practicar este deporte es poder prevenir estos problemas de salud que pueden presentarse a cualquier edad. El trabajo realizado en la respiración a través de estas caminatas tampoco es despreciable, ya que evita problemas respiratorios de diversa importancia. Este deporte también te permitirá adelgazar y perder calorías de forma significativa, si lo practicas de forma habitual. Sin embargo, para adelgazar fuertemente, esta actividad no es la más indicada.
Una disminución del riesgo de sufrir lesiones
La caminata deportiva ayuda a prevenir lesiones graves. De hecho, hay menos lesiones en los caminantes que en los corredores o los que practican el ciclismo a alta intensidad. De hecho, correr tiene un impacto más fuerte en el pie y en su arco. Por lo tanto, caminar a paso ligero es más agradable para las articulaciones, que no sufren tanto el impacto del peso corporal después de cada paso. Además, ¡caminar rápido no es un deporte para bajar de peso! Sin embargo, provoca un esfuerzo respiratorio, cardíaco y muscular, lo que ayuda a quemar la mayor cantidad de grasa posible después de las sesiones regulares. ¡La caminata deportiva es, por tanto, un deporte completo que combina beneficios y placer!
Algunos errores a evitar
No calentar
Es muy importante calentar antes de cualquier actividad deportiva. Aunque caminar rápido es menos intenso que correr, este último todavía requiere esfuerzos musculares repetidos durante un entrenamiento. ¡Estirar bien los músculos antes de la sesión es, por tanto, fundamental!
Caminar demasiado lento
Quien dice caminar rápido, dice acelerar. Así que tienes que conseguir un ritmo constante, mucho más de lo que haces a diario. Los resultados aparecerán al mismo tiempo, mucho más rápidamente si los músculos se solicitan de la manera correcta y al ritmo adecuado, a través de sesiones regulares. Además, recuerda desenrollar bien tu pie al caminar, para trabajar en tu estabilidad al ganar velocidad.
No mantener la postura y encorvar la espalda
Durante toda la práctica, es importante mantener la espalda recta y fuerte independientemente del suelo sobre el que estés haciendo tu caminata rápida. Absolutamente evita arquearte.